Ropa vieja. Nunca ropa gastada. Ropa rota. La parte más difícil de ordenar es decidir qué dejar y qué guardar. Primero, quita todo del armario, luego separa 3 pilas: para conservar, para desechar o para donar. Para decidir qué coloca en cada pila, revisa cada artículo y pregúntate:
- ¿Me entra?
- ¿La usé en los últimos 12 meses?
- ¿Me veo usándolo nuevamente?
- ¿Combina con mi estilo actual?
- ¿Está dañado de algún modo (se achicó, está roto, está manchado, le faltan botones, tiene el cierre roto); en ese caso, ¿lo repararé el mes siguiente?
- ¿Me siento bien usándolo?
Una vez que hayas revisado todo, coloca la pila para donar en una bolsa (¡primero toma nota de lo que estás donando con fines impositivos!) y desecha lo que no puedas salvar. Luego…