Cuando tienes un gato (o varios), los pelos se convierten en parte de tu vida. Cada vez que tu gato se frota contra ti o se extiende sigilosamente sobre la ropa recién plegada, te está recordando cuánto te ama.
No obstante, si resulta ser demasiado, aquí tienes algunas maneras de controlar el pelo:
- Cepíllalo cuando lo acaricies: Ya sea que utilices un guante o un cepillo, cepíllalo suavemente en la dirección en que crece el pelo, para quitar el pelo suelto antes de que se te pegue — y demuéstrale cuánto lo amas.
- Lávalo, no lo lleves en tu ropa: ¿Cuáles son tus dos armas secretas para combatir el exceso de pelo del gato? La lavadora y la secadora:
- Antes de lavar, pasa la ropa por la secadora unos minutos para aflojar y quitar el pelo. No podrás creer la cantidad de pelo que quitarás del filtro. (Y asegúrate de hacerlo. ¡La seguridad primero!)
- Durante el ciclo de enjuagado, añade ½ taza de vinagre blanco destilado al lavado para relajar las fibras de la tela para que liberen el pelo.
- Después de trasladar la ropa a la secadora, adhiere una hojita para secar la ropa para reducir las posibilidades de que el pelo quede aferrado.